Docentes
-
La Universidad presente en el
encuentro sobre política pública y
consumo de sustancias psicoactivas
Por Teodoro Gómez G.
Docente de la Universidad La Gran Colombia
En el auditorio del Museo Nacional tuvo lugar la conferencia denominada La nueva visión de política pública sobre el consumo de sustancias psicoactivas, el dos de octubre, con participación de destacadas figuras gubernamentales, exministros, académicos, reconocidos analistas del tema, psiquíatras, abogados, profesores de educación superior, médicos y periodistas.
Este tema preocupa a Colombia y al mundo por los efectos del narcotráfico, escrito en ríos de sangre y cárceles que vuelven trizas la vida. Una multiplicidad de drogas o alucinógenos causan la decadencia humana, la destrucción de la familia y de la sociedad.
Varios países intentan despenalizar y combatir este flagelo que envuelve a miles de personas en la incertidumbre de ganancias económicas que terminan en pretensión fallida.
Antes de llegar a los desenlaces fatales está el dique de la educación, ofrecida en diálogo o logoterapia al estilo de Víctor Frankl, el psiquiatra de las prisiones de Auschwitz-Birkenau, que les decía a los decepcionados de la vida ¿Por qué no te suicidas? No, porque el hombre espera un futuro, como lo explica el mismo Frankl en su libro El hombre en búsqueda de sentido.
No basta conocer los síntomas o manifestaciones, es urgente acudir a la raíz del problema, que es tanto como prevenir. Quien ha caído en la trampa de la drogadicción se porta de manera clandestina por el capricho del sofisma del “Libre desarrollo de la personalidad” al amparo del “Prohibido prohibir”, como decían los universitarios de París.
La drogadicción echa a la ética por la borda y se produce el naufragio o se rompe la nave, y viene la náusea o el fastidio por la vida, como lo dijera Jean Paul Sartre en La Nausea. Con la drogadicción queda en nada el aforismo latino “Mens sana in corpore sano”, mente sana en cuerpo sano.
El sentido de la vida está en lograr un futuro mejor, que es la ilusión o la esperanza del hombre, llamado a ser el arquitecto de su propio destino.
A este encuentro, que será muy productivo para la universidad, asistieron docentes del Centro de Pensamiento “La Esperanza” Don Pedro Laín Entralgo, representantes de los programas de Ciencias de la Educación, de Derecho, de Ciencias Económicas y Administrativas, de Ingeniería y de Arquitectura, lo mismo que de Bienestar Universitario y de Pastoral Universitaria.