El pasado 6 de noviembre, en el Aula Máxima de la Universidad La Gran Colombia, se celebró la solemne ceremonia de otorgamiento del título Honoris Causa de Magíster en Educación al Eminentísimo Señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia. Este alto reconocimiento, concedido por el Consejo Académico, honra la loable trayectoria y el inquebrantable compromiso del Cardenal en su labor pastoral, así como su constante defensa de la ética y la educación en la sociedad.
Durante su intervención, el Rector de la Universidad, Dr. Marco Tulio Calderón Peñaloza, exaltó la virtud de la "humildad evangélica" en la figura del Cardenal, destacando que esta se expresa en su "respeto por el otro y amor por el prójimo", cualidades esenciales en la misión educativa de la Iglesia. En sus palabras, el Dr. Calderón subrayó: “La verdadera humildad de la Iglesia Católica es el respeto por el otro y el amor por el prójimo”.
El Cardenal Rueda Aparicio, en su emotivo discurso de agradecimiento, expresó: “Pensando en este acto, que brotó del corazón generoso de todos ustedes, no podía dejar de recordar a mi familia, a mi padre y a mi madre, porque son la primera escuela que todos tenemos. La primera escuela donde se aprenden los valores de la fe y del humanismo. Y allí se empieza a ser ser humano, católico; se empieza también a ser ciudadano. Por eso, mi gratitud a mis padres que ya están en el cielo”. Asimismo, recordó a los maestros y compañeros de su vida académica en colegios y seminarios, así como a sus formadores en la Pontificia Academia Alfonsiana de Roma.
Reflexionando sobre el significado de la sabiduría, el Cardenal citó el capítulo 9 del Libro de la Sabiduría, en el cual el rey Salomón pide a Dios este don para gobernar con justicia: “Dame la sabiduría que reina junto a ti y no me excluyas del número de tus siervos, porque soy siervo tuyo, hijo de tu sierva, hombre débil y de existencia breve, incapaz de entender el derecho y la ley. Por perfecto que sea un hombre, si le falta la sabiduría, no valdrá nada”.
Añadió también que, en su vida de fe, ha pedido constantemente a Dios tres dones fundamentales: “Sabiduría, humildad para encontrarme con las personas y sabiduría”. El Cardenal enfatizó que esta sabiduría debe "gastarse en cada jornada, sabiendo que al día siguiente tengo que volver a pedirla".
El Rector evocó la misión histórica de la Universidad La Gran Colombia, fundada con el noble propósito de ofrecer una educación accesible y de calidad a aquellos que históricamente han sido excluidos de ella. “Nuestra Alma Mater fue la primera universidad nocturna de Iberoamérica, pensada para los trabajadores, con una matrícula asequible, fiel a la misión que le encomendó su fundador”, recordó el Dr. Calderón, reflejando el espíritu inclusivo y transformador que ha guiado a la institución desde su creación.
Al otorgar este título, la Universidad La Gran Colombia no solo reconoce al Cardenal Rueda Aparicio como un líder espiritual, sino como un verdadero maestro que entiende la educación como “una tarea de formar para la vida y no de mera disciplina”, tal como expresó el Rector. La Universidad reafirma así su firme compromiso con la formación integral de sus estudiantes y con el legado de su fundador, manteniéndose fiel a su misión de servicio y educación inclusiva.